Pony Pizza

Estos tíos se merecían una entrada en el blog. Qué menos. Han sido básicamente ellos los que me han mantenido con vida las últimas semanas y de bien nacidos es ser agradecidos. Son los autores de las mejores pizzas del barrio y de todos los barrios en los que he vivido hasta hoy. Deliciosas pero nada saludables, tristemente. Así es esta vida. Malditos contras de todos los pros. Yins y yangs.

Pizzas y pipas, ya veis que últimamente no hay mucho que contar. He pasado de correr cincuenta kilómetros semanales y de alimentarme razonablemente bien a ver Netflix sin moverme del sofá mientras engullo grasas saturadas y sal al por mayor. El 1 de marzo participé en el medio maratón de Malta y después de cruzar la meta me dije «voy a sentarme a descansar un rato». Y así sigo, descansando. Ahora mismo estoy más para echar a rodar que para volver a trotar. Salí de la runnorexia -no sé si existe ese palabro pero si no es así la acabarán inventando- para caer en brazos del sedentarismo y de la comida basura. Soy un tipo sin virtud ni término medio, Aristóteles se avergonzaría de mí.

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2 respuestas a Pony Pizza

  1. Alejandro dijo:

    Se la ve una buena pizza, posiblemente de masa madre con largos tiempos de leudado y buenas materias primas. No es para comerse tres por día pero tampoco la calificaría de poco saludable.

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