Estaría por jurar que ninguno de mi pueblo se fue a las Américas en los tiempos de la conquista. Lo digo porque no he encontrado por allá a nadie que hable como nosotros, los terracampinos, ni tan siquiera parecido. Los sudamericanos que he conocido estos últimos años suenan más a extremeño y a andaluz, y también a canario.
Investigaciones lingüísticas aparte, me apetecía viajar a Cádiz. Tenía pendiente caminar lo de cerca después de haber viajado lejos. Del Algeciras a Estambul para que pintes de azul de Serrat supe de Estambul pero nunca de Algeciras; de los vinos generosos había probado los de Oporto pero nunca los de Jerez, que son primos hermanos; y de la odisea de Magallanes conocía su famoso estrecho sin haber estado jamás en Sanlúcar, el puerto del que partió.
Misión cumplida. Sin embargo he regresado a la cuna del castellano, la de los hispanohablantes sin gracia, con una duda bien gorda. ¿Por qué sesea todo el mundo al otro lado del charco? No he escuchado otra cosa desde Ciudad de México hasta Ushuaia y sin embargo no todos los andaluces lo hacen; los gaditanos, por ejemplo, cecean mayoritariamente, o eso me ha parecido. ¿Qué pasó con ellos? ¿No llegaron a América? ¿Perdieron el acento por el camino o es que en los siglos XVI y XVII era otro el deje en el sur de España?
Se admiten teorías al respecto.
malviviendodelpoker 
Puede que no existiese la el sonido Z en la mayoría de lenguas nativas y les resultase más cómodo aprender español seseando. Despues la transmisión de la lengua ya mal aprendida. Piensa que les pasa también a muchos guiris actuales al aprender el idioma.
Podría ser esa la razón, no lo había pensado. Después he estado leyendo sobre el asunto y al aparecer sí que hay algunos enclaves en América en los que se cecea, por ejemplo en la zona oriental de Venezuela, pero en cualquier caso es algo anecdótico dentro del continente.