Entre el Pacífico y los Andes

Entre el Pacífico y los Andes se levanta la cordillera de la Costa, una auténtica veterana entre las montañas del mundo. Sus cerros ya estaban capeando el viento recio del océano cuando los Andes aún no habían nacido. En mis idas y venidas de Santiago a Viña del Mar la habré atravesado docenas de veces, pero no fue hasta ayer cuando decidí hacer un alto en el camino. Y mereció la pena.

A pesar de su proximidad a la región más poblada del país, el Parque Nacional La Campana, al noroeste de Santiago, es un gran desconocido incluso para los chilenos. Eso me contaron. Sin embargo vosotros, ahora que ya os lo he presentado, no tenéis excusa para no ir por allí cuando vengáis a visitarme.

Panorámica del palmar (Jubaea chilensis)

Es toda una sorpresa para cualquier santiaguino descubrir este lugar de aire tropical a menos de dos horas en coche desde la capital. Salvando las distancias, un shock similar al que nos llevamos los mesetarios cuando pasamos a la verde Asturias. Y ahí las tenéis, a pesar de los pesares, a pesar de haber sido maltratadas sin piedad durante siglos, aún es posible encontrar a miles de supervivientes de esta especie arbórea, una auténtica preciosidad. Seres tranquilos y centenarios que se han negado a decir adiós a un planeta que es tan suyo como nuestro. Constantemente envueltas en bruma por cortesía de la sempiterna vaguada costera que abraza estas montañas, las encontraréis calladas a veces, y otras imitando el sonido del agua al correr; así es como suenan sus hojas cuando el viento las golpea.

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2 respuestas a Entre el Pacífico y los Andes

  1. Danipesis dijo:

    Grande gobo!! Me alegra ver que sigues dando vueltas por el mundo!! Por donde andas??
    Yo estoy en mexico ahora.
    Un abrazo

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