Gobo Rock y Aquiles

MuletasAl mismo tiempo que me estiraba para dar un raquetazo con ganas a la pelota escuché un sonido muy similar al que hace un lápiz cuando lo partes por la mitad. Era 22 de enero de 2011, el reloj del pabellón marcaba las 18:35 y me acababa de seccionar completamente el tendón de Aquiles de mi pierna derecha. Aquella misma noche me operaron y me mandaron para casa a la mañana siguiente con la pata tiesa. Tenía por delante seis semanas de escayola y dos o tres meses más de rehabilitación.

Después del bajonazo que sigue a una lesión gorda me puse manos a la obra. No estaba en mis planes tirarme un cuatrimestre mirando al techo así que decidí aprovechar la baja laboral para intentar cumplir la promesa que me había hecho la Navidad anterior: convertirme en un jugador ganador en 2011.

En los primeros días recuerdo haberme dado un atracón con los vídeos de la extinta PokerSp y de aprender un montón de jugadores como Sobraoboy; cosillas que hoy me parecen superbásicas pero que en aquel momento me ayudaron a poner en orden bastantes ideas. Descubrir el blog de Sobrao me enseñó también lo importante que es la gestión de banca -todo el mundo conoce su historia-, aunque lo que más me llamó la atención fue su determinación para rehacerse después del batacazo cuando ya le daban por muerto y enterrado.

Pero si tengo que destacar el hecho que contribuyó más decisivamente a cambiar mi tendencia perdedora, ese fue el hallazgo de una serie de vídeos sobre el análisis de la base de datos de un jugador de mi nivel. No recuerdo bien de donde salieron porque yo todavía no tenía acceso al material de Educa (solamente he empezado a desbloquear contenidos hace un año), pero esos vídeos se convirtieron en un aporte básico ya que me permitieron trabajar de manera sistemática con el Holdem Manager. En aquel momento entendí muchas cosas sobre esa herramienta y pude pulir un montón de leaks en mi juego. Tener tanto tiempo libre me permitió dividir la jornada entre estudio y juego a partes iguales, cosa que jamás hubiera hecho de haber continuado con mi vida de currito.

Los resultados no tardaron en llegar y febrero de 2011 fue espectacular. Stars fue elminando progresivamente las mesas de 20-50 ciegas y me establecí entonces de manera definitiva en las de 40-100 ciegas jugando deep. Para rematar la buena racha tuve un pinchacillo curioso en el Sunday Million a primeros de marzo, en la edición en la que se celebraba el quinto aniversario de ese torneo. En cuestión de semanas mi banca había pasado de unos cientos de dólares a unos cuantos miles. Recuerdo haber mantenido entonces  una conversación en el chat de una de las mesas de NL 100 con un habitual del nivel: el tipo me preguntó que a qué se debía el radical cambio de tendencia (entonSieteces los regulares de Stars nos seguíamos bastante la pista a través de PTR) y no le supe qué contestar. Supongo que son muchos pequeños detalles los necesarios para transformar un regfish en un reg.

En la primavera pasaron otras tres cosas buenas: hice mi primer cash out y pude comprobar que el dinero era real (¡qué subidón!); asomé el hocico en NL 200 y me partieron los morros (me vino muy bien poner los pies en el suelo y tomar conciencia de que solo era un reg de low stakes); y terminé la rehabilitación (fue genial comprobar que no me había quedado cojo y que podía volver a correr).

Me reincorporé al curro a mediados de mayo y tuve que bajar la dosis de poker aunque conseguí cerrar un muy buen año y cumplir el objetivo de ser ganador en el 2011. En febrero del año siguiente me darían la patada y a partir de ahí la historia ya está escrita.

La próxima entrada cierra la trilogía y tiene que ver con la elección del nick name.

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