El último de Poker Red

Los he ido viendo morir a todos, a unos pocos de éxito, a otros de viejos y a la inmensa mayoría de aburrimiento cuando el paso de los años acabó con el entusiasmo inicial. Aunque ya nadie se acuerde, en su época dorada Poker Red fue el punto de encuentro de los entusiastas del poker traducido al español a ambos lados del charco. Algunos entraban buscando la manera de hacerse ricos jugando a las cartas y otros, más sensatos, solamente pretendían pasar el rato. Confieso que yo pertenecí al primer grupo. Pero hace ya mucho de aquello, años ha que me dejaron solo, los unos y los otros, condenado a caminar por los pasillos del foro sin escuchar nada más que el eco de mis pasos.

A veces aparecen reflotes milagrosos, algún despistado o alguna nueva cuenta spam que intenta vender algo desentierra hilos muertos hace lustros. Es la única diversión que me queda, disfruto leyéndolos porque esas inesperadas resurrecciones me trasladan a otra época mejor. Recuerdo una ocasión en que hubo una invasión de caracteres chinos; eso también tuvo su gracia.

No sé exactamente quiénes fueron los últimos de Filipinas pero tengo entendido que los tipos, españoles recios, siguieron batallando por allá sin saber que la guerra ya había terminado. Algo así me pasa a mí en Poker Red.

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