Hace frío hoy

Dos veces lo he dicho esta mañana, una al bajar y otra al subir. Tengo las habilidades sociales completamente disminuidas y cuando coincido con algún vecino en el ascensor mis opciones se reducen a mirar fijamente al suelo, como si fuera tonto, o a hablar del tiempo, que es un campo muy socorrido en el que he ido adquiriendo un modesto repertorio de frases hechas para tratar de empastar mis debilidades comunicacionales. Y de ahí no salgo.

Sin haber sido nunca la alegría de la huerta sí que me recuerdo a mí mismo de chaval con algo más de chispa. Ahora todo eso se perdió. Los años se llevaron mi pelo castaño y mi naturalidad y me transformaron en un señor, en un señor en el peor sentido de la palabra. Pero no me resigno. Es algo que me he propuesto mejorar este año. Aunque ya veis que no he empezado con buen pie voy a seguir trabajando en ello. Viajaré en el tiempo las veces que sean necesarias para volverme a encontrar porque estoy convencido de haber dejado en el pasado una mejor versión de mí.

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