El desempleado se levantó a la hora de siempre: 7:30 AM more or less. No tenía nada especial que hacer pero 15 años madrugando crean hábito. Bueno, en realidad ese día no sería como los demás. Después de cincuenta y bastantes lunes al sol el unemployed iba a tener su primera entrevista de trabajo. Así que, ni corto ni perezoso, se afeitó, se puso una camisa y se colocó el flequillo para un lado. No era cosa de presentarse como un desahuciado, pensó. Media hora larga de paseo y se plantó delante de la puerta de la company. Allí mantuvo el dedo unos segundos a la altura del llamador del portero automático sin atreverse a pulsarlo hasta que finalmente… beeeppp. -Ya no hay marcha atrás- se dijo.
El tipo había rodado por oficinas varias, desde las rancias con moqueta y ácaros, hasta las quiero y no puedo pertrechadas con muebles del IKEA. Pero aquella le superó desde el primer momento: hormigón pulido en paredes y suelo, instalaciones vistas por el techo y modern furniture por doquier. Todo muy zen, todo muy fashion.
Nuestro hombrecillo se acomodó en algo que se le pareció a un sofá y esperó hasta que la secretaria le hizo pasar al despacho del encorbatado de turno. Y allí estaba el boss. Pero no tenía corbata. Vestía vaqueros y sudadera, y tenía la cara salpicada de piercings y acné. El mico no debía de tener más de veinte años y le hizo sentir aún más viejuno al job seeker. Y así terminó la historia…
...we will carefully consider your application during the initial screening and will contact you if you are selected to continue in the recruitment process.
Meanwhile, I’d like to thank you once again for your interest in XXX Ltd, and wish you best of luck for the successful attainment of your present and future career aspirations.
Kind Regards,
Lo que tendremos que hacer…