Atrás quedaron los domingos de sesiones maratonianas de donkas. No es lo mío pensar tantas horas seguidas. Ahora el día del Señor lo dedico a otros menesteres.
Aprovechando el solete nos metimos una rutilla de unas veinte millas por el SW de la ciudad (foto 8), con salida y llegada en la estación de tren de Orton Mere (foto 1). El tío Jonathan se conoce la zona como la palma de su mano y gracias a eso pudimos esquivar el tráfico pedaleando por caminos (foto 2), carril bici a ratos, carreteras locales y hasta por un tramo de la vieja autopista A1 (foto 5). La parada técnica la hicimos en un garito de Stilton (fotos 6 y 7) y vino muy bien para recuperar fuerzas después de la subida a Morborne Hill, donde se encuentra la Peterborough transmitting station (el dibujo -4- es de un tal Dave Tapsell). Debe ser la única cuesta decente en muchos kilómetros a la redonda y a por ella que fuimos; casi echo el bofe aunque intenté disimular todo lo que pude. Y agua y más agua para terminar (foto 3).
Muy cerca de Chesterton se encuentra Hill Farm. Las frambuesas estaban muy buenas y las fresas increíbles; las moras reguleras y las grosellas definitivamente no se hicieron para paladares terracampinos. En cualquier caso resulta mucho más divertido (y más económico también) lo de recolectar tu propia fruta en la granja.
Y por la tarde BBQ para reponer energías. Espectacular. Si se relame Chikis que es una experta en barbacoas por algo será. He estado tentado de enchufaros el mega hit de Georgie Dann, pero en su lugar os voy a dejar la prometida foto de la familia de cisnes; un motivo muy estival también y bastante más descansado para los oídos.
Y poco más que añadir. Simplemente adelantar que en la próxima entrada os hablaré del «Convenio de los trabajadores del naipe del condado de Cambridge». Y comentar también que la segunda frase de este post seguiría siendo igualmente cierta sin las tres últimas palabras.
malviviendodelpoker 