Cuando estuve en Ushuaia hace ya tiempo alguien me dijo que esa era la ciudad del fin del mundo. «De aquí no se podrá pasar», pensé, así que, hecha la visita, di media vuelta y regresé por donde había venido. Solo después me enteré de que el lema completo de la ciudad era «Ushuaia, fin del mundo, principio de todo».
Cuatro años largos he estado dándole vueltas al asunto. Pero de hoy ya no pasa, al fin volveré por allá para sacarme las dudas de encima, para saber qué quiere decir ese principio de todo. Espero que como mínimo sea sinónimo de una Argentina campeona del Mundial.