Imserso

El acrónimo que hace las veces de título no necesita presentación para el lector español. A mis amigos chilenos y argentinos les avanzaré que detrás de esas tres sílabas se esconde el popular Instituto de Mayores y Servicios Sociales. Y digo popular porque en mi país todo el mundo conoce los viajes que organiza para los viejunos. Cumple la doble función de mantener a los abueletes entretenidos y levantar el turismo nacional especialmente en temporada baja, cuando el mal tiempo barre de nuestras costas a ingleses y alemanes. Granada y Córdoba, por su condición de capitales provinciales y destinos culturales, son también destinos muy del Imserso, así que la semana pasada di por inaugurada una nueva categoría en este blog sin ser muy consciente de ello. Ya voy teniendo una edad, mal que me pese.

Cuando estoy en el pueblo desayuno, como y ceno sobre un mantel de hule decorado con un hermoso mapa de España -a los pueblerinos nos molaba lo vintage mucho antes de que la palabra se pusiera de moda-, y eso ha permitido que a lo largo de los años los accidentes geográficos nacionales fueran calando en mí como las gotas de lluvia fina. Ese mapa ha jugado un papel más importante en mi formación como geógrafo que todo lo que me enseñaron en la asignatura de Geografía de España en la Facultad. Ahora mismo cierro los ojos y veo desfilar por mi cabeza ríos y cordilleras, desde el Miño hasta el Segura, desde el macizo Galaico hasta las Béticas. Y veo también provincias, y me doy cuenta de que, a pesar de mi edad provecta, la lista de las cincuenta sigue estando incompleta. Las dos nuevas incorporaciones no han sido suficientes para dar carpetazo a la asignatura pendiente, una de las troncales para cualquier licenciado en Geografía.

Debo a mi época ciclista la mayor parte de las conquistas. En mis tiempos mozos busqué a golpe de pedal las fuentes de los principales ríos, crucé la Cantábrica, la Ibérica y Guadarrama por donde se puede y por donde no, seguí los Pirineos desde Cadaqués hasta Hondarribia, rastreé algunos de los primeros pasos del Cid en su destierro y las de los peregrinos a Santiago de Compostela desde casi todas las rutas posibles. Y de propina atravesé Portugal de cabo a rabo, entrando por Ayamonte y saliendo por Tui. Mi etapa como buceador me dejó un recuerdo inmejorable de cinco de las islas Canarias y de un trocito del litoral almeriense. Mención aparte merecen los años trabajados en Castilla y León. En este periodo de mi vida laboral las fronteras no eran negociables debido a que cuestiones competenciales hacían imposible atravesar los límites de la región. Sin embargo, lo cierto es que aunque hubiera podido creo que no me habrían quedado fuerzas. Debo reconocerlo. Nueve provincias recorridas palmo a palmo dan mucho de sí porque, por si alguno no la sabe, en el urbanismo se combate calle a calle, puerta a puerta me atrevería a decir. Es tan agotador que a veces un pueblo de mala muerte parece no tener fin. Clasificaciones y recalificaciones levantan pasiones, tantas que estoy seguro de que después de más de una década en muchos de esos lugares aún se acordarán de mí; de mí y de mi madre en la mayoría de los casos. Por mi parte yo ya he hecho las paces con todos, el rencor es algo que pesa demasiado para viajar con él.

Y eso es todo, os he resumido mi incompleto conocimiento de España en un párrafo. Cinco destinos Imserso sobrevuelan mi cabeza. Ahora que hago balance es cuando me doy cuenta de que mis patas de fraggle no han caminado jamás ni por Baleares ni por la Comunidad Valenciana. Eso suma cuatro provincias. Teruel tampoco lo conozco aunque sí sé que existe porque lo he visto en el mantel de la cocina.

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2 respuestas a Imserso

  1. Raúl dijo:

    Josig lo de la comunidad Valenciana sabes de sobra que te estoy esperando y que no es por quedar bien. Aquí te espero y por cierto con una partida de billar para después del almuerzo dominguero 😉

    • josigrock dijo:

      Almuerzo dominguero con callos y cocacola; no creas que se me ha olvidado la oferta. Jjakkja, todavía conservo plastificado mi título de aquel legendario torneo de billar.

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