En la comida de Año Nuevo alguien recordó una frase del impresionista francés Pierre-Auguste Renoir; el hijo del pintor, Jean, la recogió así en sus memorias: “… No somos más que un corcho decía, y hay que dejarse llevar por la vida como un corcho se deja llevar por la corriente de un río”. La cita se me ha quedado grabada a fuego porque no hace tanto tiempo que he llegado a la misma conclusión. Tener la sensación de que controlas tu vida es solo eso, una sensación, que en algunos casos se disipa antes y en otros después. Pero tarde o temprano todos terminamos cayéndonos del caballo, y si no que alguien me explique como un chupatintas pucelano ha acabado malviviendo del poker en Sudáfrica y estrenando 2015 en Lesotho.
Lesotho es la diminuta nación que Sudáfrica amenaza con fagocitar por sus cuatro costados, una isla de África dentro del país menos africano del continente. Rural, pobre e increíblemente bello, es un lugar fascinante que os he intentado trasladar en un puñado de fotografías.
Además de tener una gran conversación -citas a clásicos incluidas- y ciertas habilidades para leer mentes, cocina un pollo relleno que te mueres. A ella y a los suyos les estaré siempre agradecido por no haber dejado que me quedara tirado como una colilla. No quería dejar pasar la ocasión sin dar las gracias.
Uff es precioso ese bello pais.
Sí que lo es.
Es posible que algún día te canses de llevar esta vida y decidas estar (o intentar que la corriente te lleve) en una oficina españolita 8 horas al día. Pero todas estas experiencias que estas viviendo estos años me parecen realmente sublimes y enriquecedoras como pocas.
En realidad pienso igual que tú. Si tuviera que elegir entre mi vida como curri y mi vida como fraggle…