Me he debido de contagiar del ambiente intelectualoide de la ciudad y esta mañana he vuelto a sentir la necesidad imperiosa de sumergirme en arte vanguardista. Que no hombre, que no. Lo que pasa es que ya completé el supernova -¡bien!- y me aburría en casa, así que pensé: «mejor estás en el museo que por lo menos tienen calefacción». Ahí va eso:
Os juro que pensé que lo de la última foto era una obra, quiero decir una obra de construcción y no una obra artística. Pero no, resultó ser una pieza de arte con título y todo: «Nós Formigas». Lo mejor es que había un segurata al lado con un formulario que tenías que rellenar y firmar si querías colocarte debajo del pedrusco de granito suspendido por la grúa. Imagino que así el artista se lavaba las manos en caso de que su creación aplastara a algún incauto.
¡cuanta gañanada! el monigote está bién, que aprueben al parbulario que lo hizo.
No quieras saber por cuantos euros se vendía…