Aunque con menos luz, el encuentro del Duero y el Atlántico sigue luciendo así de bien en octubre desde el mirador de Santa Catarina. El mejor indicador de que el verano se ha terminado por aquí, aparte de las hojas marchitas y de las bellotas rodando por el suelo, es el caldo verde en todas las cantinas de la ciudad y también en algunos puestos de los mercados callejeros. Es uno de los platos nacionales de Portugal y viene muy bien para combatir el frío. Está hecho a base de couve galega (lo que viene siendo berza) y patatas; cebolla, ajo y aceite de oliva que no falten, y algún trocillo de chorizo también se encuentra. Te lo sirven muy caliente en cuencos de barro y su color verde característico se lo da la berza y el chorrito de aceite de oliva que normalmente echan por encima.
El de la foto de arriba a la derecha es un alcornoque y me costó un montón entenderme con un paisano porque por aquí los llaman sobreiros. Ya me ha pasado más veces: muchas de las palabras españolas de raíz moromuza a los portugueses les suenan a chino. Tengo la impresión de que ellos son más fieles al latín. Fin del apunte erudito.
Dios!!! que heavys los posts de póker. Incomibles para un profano.
The mental game estaba en el buzón.
Cambio un caldo verde por tradicional ensalda de lechuga, manzana, queso y frutos secos.
Disfruta del otoño.
Best Regards,
Ja, ja. ¡Gracias por la gestión, Vencejo!
Ensalada x Caldo verde. Trato hecho.